Nos despertamos tempranito, como siempre, pero con una hora menos de sueño, ya que hemos tenido que cambiar la hora otra vez; Ahora la diferencia con España es de 8 horas en lugar de las 9 que teníamos. Desayuno en la mesa de pic-nic de la parcela, ultimas conexiones con el wi-fi del camping, recoger todo y salir, que hoy empieza el festival de las rocosas.
Nuestra primera parada es el Puente Natural, muy cerquita de Field. El rio, con el paso del tiempo, se ha ido “comiendo” una pared de roca, y ahora el agua pasa por la parte inferior de esa pared rocosa en lugar de por encima, creando entonces un puente natural para poder cruzar este rio. Curioso, espectacular, y mucha, mucha agua.
Nuestra siguiente parada es el Esmerald Lake, que como su nombre ya indica es de color verde esmeralda, y que con el verde de la vegetación, y con los tonos grises y blancos de las montañas, crea una estampa impresionante, se mire hacia donde se mire. Previo paso por la tienda de recuerdos, hemos dado un pequeño paseo alrededor del lago. Ah! Hoy es el primer día que nos encontramos con otros viajeros de España, supongo que a partir de ahora, estando dentro de las rocosas, iremos escuchando el habla conocida de más viajeros.
Saliendo del lago Esmeralda seguimos dirección a Banff, y hacemos parada en la cascada de Takkakaw. Nos acercamos por el camino que conduce a la caída de la cascada, lleno de abetos. Aprovechamos y nos hacemos ya la foto de las próximas navidades, posando al lado de uno de estos perfectos árboles de navidad. El camino está repleto de ardillas, que se acercan sin miedo para ver si les cae algo. Como se ve en la foto, mucha agua que cae desde muy arriba, y que nos llega a mojar cuando nos acercamos a la caída.
Volvemos a deshacer la carretera que nos ha llevado a la cascada (que no es tan mala como nos habían dicho, aunque sí tiene dos curvas en las que hay que hacer maniobras), y antes de llegar a la carretera principal paramos en el mirador del cruce de dos ríos, que tienen diferentes colores de agua. Para verlo mejor, decidimos bajar al nivel del rio al estilo salvaje por un terraplén muy complicado. Al llegar al rio nos encontramos con una parejita que van en chancletas de dedo, muy adecuadas al frio que hace y a la bajada por el talud de piedras.
Siguiendo por la carretera principal en dirección a nuestro próximo destino, Banff, hacemos parada en un mirador de las vías del tren, donde se puede observar el recorrido de las en túnel por el interior de las montañas en forma de espiral, solución que tomaron para reducir la pendiente de las vías, después de muchos accidentes de tren. Es una espiral en forma de 8 con dos túneles. Curioso. Hasta ahora sólo habíamos dicho que los trenes eran muy largos, y ahora decimos que además han sido muy importantes en el desarrollo de toda esta zona. En todos los sitios hay explicaciones de la historia de la construcción de las vías de la Canadian Pacific Railwail.
Nada más, tomamos la autopista y llegamos a nuestro destino, Banff.
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