Hoy cruzamos a la isla de Vancouver. Como tenemos ferry a las 10:00h, y hay que llegar con una hora de antelación al muelle, y además estamos a unos 120Km del puerto, nos toca un gran madrugón! Nos marchamos del camping cuando todos los demás duermen, a las 7 de la mañana. Como regalo de despedida vemos otro oso (y ya llevamos 6). Estábamos a punto de salir, cuando un oso negro pasó por delante nuestro, sin importarle nuestra presencia. Había atravesado el camping, paró delante de las papeleras, no encontró nada, y se marchó...
Emprendemos la ruta hasta el ferry, llegando bien de tiempo (habíamos sido prudentes estimando cuanto tardaríamos en llegar, vistas las carreteras por las que nos tocó circular ayer). Desayunamos en la fila de embarque, tal y como teníamos previsto, y después subimos al barco...
El trayecto en ferry desde Horseshoe Bay hasta Nanaimo es de 1:40h. Nada más aparcar dentro del ferry, subimos a la cubierta para ver el paisaje y si se tercian, orcas. Cruzamos por una zona donde es posible verlas, pero un conductor de autobús de origen mexicano nos desanima: lleva más de 7 años haciendo este trayecto casi a diario y las ha podido ver muy poquitas veces. Al final resulta que no vemos orcas, pero las vistas desde el barco recompensan el pasarnos todo el viaje en la cubierta, con fuerte viento y de pié.
Llegamos a Nanaimo, bajamos del ferry, y tomamos la carretera en dirección a Tofino. Paramos a visitar la reserva de cedros gigantes de Cathedral Grove, justo antes de llegar a Port Alberni. Es un recorrido por el interior de un bosque con una espesa vegetación, en la que destacan los casi milenarios cedros, altísimos y con diámetros de tronco espectaculares.
Seguimos hacia Tofino, que aún nos quedan algunos kilómetros. Atravesamos el parque nacional de Pacific Rim (ya lo visitaremos mañana) y nos vamos directos al camping. Como la parcela esta junto a la playa, una vez aparcadas y conectadas las caravanas, nos acercamos a la orilla. Dicen que la puesta de sol en esta zona es admirable, pero está nublado; así que otra vez será. Con el océano Pacífico a un lado y con los bosques en la misma línea de playa por el otro, algunos de nosotros se deciden a meter los pies en el agua (es ya tarde para algo más). Juegos en la playa hasta que anochece, y a cenar, que mañana será otro día
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